Los documentos de Panamá han sido calificados como la mayor
filtración periodística de la historia, aportando 11 millones de
documentos donde están envueltos muchos líderes del mundo,
multimillonarios, dictadores, capos de la droga, deportistas famosos e
incluso artistas de cine, así como jurisdicciones tales como Panamá.
Según información de Wikileaks aún faltan por revelar el nombre de mas
de 3000 empresas estadounidenses y 9000 empresas británicas y clientes,
incluyendo 29 multimillonarios que aparecen en la parte superior de la
lista Forbes 500, los más ricos del mundo. El primero en caer
fue el ministro de Islandia quien renunció recientemente tras grandes
protestas y estas se siguen extendiendo por el mundo.
Es importante resaltar que una cuenta fuera del país de residencia (offshore) no está limitada para los ricos, ni son sólo por motivos ilícitos; cualquiera puede tener acceso por diferentes razones, por ejemplo, para proteger el dinero de futuras demandas, como divorcios, o empresas productivas con usuarios en todo el mundo que buscan la manera de pagar menos impuestos, sin embargo, lo que sí puede calificar como reprobable es la hipocresía de la clase política que promueve la recaudación mientras evade impuestos o peor aún el lavado de dinero procedente de actividades ilícitas. ¿Cual puede ser la solución? En este espacio hemos expuesto la revolución tecnológica del Bitcoin y en este artículo enfatizaremos en porqué esta criptodivisa puede ser la solución equitativa, es decir propiciando jugar a toda la sociedad bajo las mismas reglas.
Es bien sabido que los reguladores y los gobiernos han tratado de
desprestigiar el anonimato del bitcoin, calificándolo de ser utilizado
para adquirir drogas o lavar dinero en actividades ilegales, la realidad
es que muchas de estas personas han sido detenidas, mientras que el
escándalo de magnitud global demuestra la opacidad que tenemos con
nuestro actual sistema financiero, donde los hipócritas y delincuentes
tienen una manera de ocultarse en paraísos fiscales sin tener
repercusiones, e incluso las mismas instituciones bancarias se ven
involucradas. Lo más interesante es que ellos consideran al bitcoin como
última opción para ocultar su dinero, debido a la transparencia
implícita.
El bitcoin es totalmente diferente al sistema monetario actual y en
realidad para ser más precisos es pseudo-anonimo, esto se debe gracias a
la espina dorsal del Bitcoin que es la blockchain; esta funciona como
un libro de contabilidad infalsificable, ya que registra todas las
transacciones permanentemente entre la comunidad, en esta cualquiera
puede ver y verificar dichas transacciones, en el caso de que se conozca
la dirección.
Debe quedar claro que el Bitcoin no son archivos digitales, si así
fuera pudieran ser copiados o reproducidos de forma infinita, algo que
automáticamente impediría que sirviera como dinero, en realidad
enfatizamos en que los bitcoins como tal no existen, son apuntes
contables y lo que se registra son cambios de propiedad, simplemente las
entradas y salidas, que son virtualmente incorruptibles por la
tecnología de la red de usuarios que respalda la información.
Cada usuario de Bitcoin cuenta con una direccion, que funciona como
un número de cuenta, caracterizada por números y letras aleatorias, por
lo que nadie dentro de la comunidad puede saber de quien es, a menos de
que el propietario revele que es suya, por ejemplo al recibir pagos, de
manera tal que si alguien te enviará bitcoins debes proporcionar tu
dirección. Una vez que la dirección se revela, cualquiera puede ver
cuando se hace un pago a otra dirección. Sin embargo, nadie
necesariamente sabe a quién se enviaran los pagos, ya que como lo
mencioné solo es una cadena alfanumérica, a menos que se conozca a quién
pertenece esa otra dirección. Por eso se dice que puede ser tan privada
o transparente como sea necesario, dependiendo si nos revelamos como el
propietario.
También se reconoce por ser un sistema que permite a todos jugar bajo
las mismas reglas, porque ninguna institución con intereses
particulares lo emite y el público en general puede tener acceso a la
auditoría o transparencia, de esa manera el anonimato de grandes sumas y
de actividades ilegales no puede pasar desapercibido por mucho tiempo.
Pero lo más importante a destacar, es que es un sistema monetario
descentralizado que le quita el poder de emisión a los caprichos del
gobierno, así como del anonimato que deseen aprovecharse y el beneficio a
la sociedad de no sufrir de ninguna clase de confiscación por parte de
estos.
El bitcoin y su blockchain pública puede ser la solución ante nuestro
sistema financiero actual y a escándalos como los documentos de Panamá,
recordemos que el bitcoin surgió después de las confiscaciones de
riqueza tras la crisis del 2008, donde se destinaron billones al rescate
bancario.
Lamentablemente los gobiernos y bancos centrales probablemente
tomarán el caso de los documentos de Panamá como otra justificación para
el uso de criptodivisas centralizadas, como ya se están implementando
en algunos países como Holanda, mientras otros lo están considerando
como es el caso del peso digital en México, es decir una tecnología
blockchain privada que sin duda tendría ventajas de transparencia, pero
viéndose opacada por otorgarles el control absoluto al Big Brother
conformado por políticos y banqueros centrales. Una idea totalmente
contraria al bitcoin y que debería concientizarnos para difundirla.
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